miércoles, 1 de abril de 2020

En Centroamérica nos están zampando el corona virus.


¿De qué sirve tanto encierro, ayunos, oraciones, restricciones y empobrecimiento para evitar que nos contagiemos entre personas libres del virus, cuando nos lo están zampando desde fuera de nuestras fronteras?
Dese cuenta la autoridad que entre centroamericanos no teníamos semejante enfermedad, sino que nos la metieron por vía del transporte aéreo y porfiadamente siguen en el esfuerzo al permitir la entrada de personas contagiadas con la peste, especialmente deportados que mandan los gringos, cuando no, se fueron a contagiar por ver el clásico a Madrid o pasearse por Barcelona, o traernos mensajes de Bérgamo o Milano después de dejar no menos de mil euros al otro lado del charco, por irse a regocijar en medio del baño de riqueza, orgías y contagiarse de enfermedades venéreas o COVID19.
En nuestro país, la mayoría de personas son pobres y jóvenes; considerando que no se llega a viejo en estas tierras, porque si no te matan las enfermedades, te matan tus paisanos.  Muchos hasta de guaro y vicios se mueren, para ahogar los fracasos y los abusos. Acá no se llega a viejo.
¿Cuánto no añora un centroamericano aspirar a morir del COVID19 a una edad superior a 70 años?
Pero a los cinco años, muchos en la América Central, se fueron víctimas de un chorrillo o una desnutrición. Otros murieron adolescentes o jóvenes, por las calles por las guerras, los asaltos, los secuestros, las luchas entre pandillas, suicidios simulados o silenciados por casos de corrupción.
En nuestras regiones provinciales se mueren en promedio 10 personas por semana, o sea 40 por mes o 480 por año, más o menos, 10 mil anuales por país, víctimas de las gripes: cifra mundialmente escandalosa.  Y que no se diga que con ello estamos minimizando la otra desgracia. Nadie dice nada al respecto de nuestra crónica desdicha; pero ahora sí, haciendo escándalo por una gripe más,  tan severa como las que constantemente matan a nuestra gente. En otros países desarrollados, hasta ahora disfrutan de nuestra endémica desventura y andan asustados. Acá es nuestro pan de cada día;   pero que como mediática es en el mundo, acá se ha aprovechado para elaborar las más ingeniosas estrategias, para sacar buena ventaja de la situación, para transferir jugosos fondos para los gobernantes de turno y «sus cuates».  Eso es lo que únicamente ha quedado, muy al descubierto.
Ayer pasó frente a donde vivo, por la noche, en pleno toque de queda, un vehículo de la Policía Nacional Civil, de seguro en cumplimiento de órdenes «emanadas de ALLÁ ARRIBA», como se dice en estas tierras, predicando los uniformados, la palabra de Dios. Se quedó atrás el Hermano Cardenal o Cash Luna. Ya falta poco para que en vez de leerle sus derechos al prisionero, le reciten los cho…feres de las patrullas, al Profeta Isaías 51:14-16.
¿Cómo puede creérsele a la prostituta su prédica promocionando el celibato de sus clientes o la conservación de su virginidad?  En vez de lograr del pueblo un sentimiento de paz, desata su indignación, la rabia ante el descaro, con las consabidas consecuencias futuras.
¿Creen acaso que la gente es tonta para creerle al cocodrilo su tristeza cuando derrama sus lágrimas?
En las capitales, porque en su ignorancia presumen, ser un poquito más cultos, les fueron a soplar "el Himno Nacional";  bonita forma de usar los símbolos nacionales para pretender babosearse a la gente.
Otros echándole la culpa a Dios o implorando de él misericordia, cuando el Inocente Ser Divino, no tiene nada qué ver con las decisiones del sistema humano que ascendió a las cumbres mediante el llamado, sufragio universal.
Se obliga a 18 millones de seres humanos a no permitir siquiera darse la mano para no transmitirse la porquería que no tienen, empobreciéndolos, sin permitirles trabajar, ganarse el sustento; pero sí se permite que los que traen porquerías de fuera, entren al país portando semejante peligro, cuando podría evitarse completamente y luego, con las contribuciones de todos, ser sometidos a vigilancias epidemiológicas hasta por una quincena y los están trayendo por centenares. No se vale.
Y para apagar el fuego con gasolina.  Con baja producción, emitir dinero, fiado.  Canalizado a "los más vulnerables", por su funcionario o diputado favorito y..., conexos, haciendo ver al contribuyente cual si fuese un "limosnero de su propio dinero". ¡¡No puede ser!!
Se olvida la autoridad que está en el mismo barco que sus conciudadanos y que al hacer esto, agujerea la cubierta y que con ello, se hundirá, pero con más horror (aparte que entre funcionarios repartidores  y repartidos, se van a matar cuando se involucren en corrupción en el marco del reparto, más víctimas mortales a la estadística, pero no por el COVID19, aunque viéndolo bien, sí, en el fondo, por el virus de la coronita).
¿Hay una solución a toda esta desgracia intencionalmente desatada?
Si, si la hay.
Tiene el mismo sentido técnico, científico que lo que expusimos al principio. Suspender todas las restricciones internas y suspender todas las entradas externas. Ahora ya para qué, ya sólo quieren venir a morir matando.  Los que están en quincena (cuarentena), completar su confinamiento. Ya estuvo, ya estuvo.
Y dejar que las personas nos cuidemos  de no contraer el virus, no tocándonos nada de la cara con las manos sucias.
De todas maneras,  este virus, como todos los demás virus de gripes, lo contraeremos todos.  Eso nadie lo detendrá. No se puede.  Como toda gripe, a veces es cuestión de años, pero de que te dará…, te dará.
Pero se enfrentará mejor, contando con más bienes y servicios, que no en la miseria a donde nos metieron estas medidas y al embarrancamiento total a donde nos llevarán si persisten en ello.
Mejor se resiste una enfermedad, bien comidos y con “pisto” para comprar medicamentos; que esqueletudos y con chorrillo, en cosa de un par de horas, se degusta de la comunión de los Santos y la vida eterna.
La autoridad, sabe mejor que nadie, el efecto espantosamente dañino para la gente, el meter pisto (INFLACIÓN) como decía Friedman, "en helicóptero".  Todos los precios, se disparan.  Bienes y servicios a las nubes;  engañosas tasas de interés, tipos de cambio distorsionados, salarios retorcidos. En fin, todos los precios, desgraciados.
Y ahora, con la producción herida, por acción directa de la autoridad. ¡Peor todavía!
Y con ello, la gente somatada, no aguantará el embate de la peste.  Un escenario donde quizás suceda un RESET, donde se van a dejar venir o se van a ir shucos, los de allá arriba.
¿Qué proponemos?  Conservamos lo que dijimos desde el inicio al advertir que todo esto pasaría.
Que la autoridad, saque ya sus manos sobre lo que ya se demostró, no tiene control y solamente desgració.  La sociedad quiere otra cosa, lo demuestra en las calles, en los campos,  y lo resuelve bien, como lo ha resuelto de la mejor manera a lo largo de los siglos; sin la acción de los gobiernos.
No metan más dinero a la economía, levantando falsas ilusiones en la pobre gente,  levanten las restricciones, dejen trabajar en paz a las personas.
Acá no había, todavía no hay, pero...,
¡¡EN CENTROAMÉRICA NOS ESTÁN ZAMPANDO EL CORONA VIRUS!!

Edwin Rocael Cardona Ambrosio
Huehuetenango, 1 de abril de 2020

2 comentarios:

  1. Excelente articulo maestro, tanta verdad en pocas Líneas.

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  2. Exacto!
    Lo zamparon tan descaradamente ante los ojos de todos a plena luz del día!

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