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En el mismo, se aprecia los de seguro, aromáticos sahumerios con artísticos incensarios y braseros, lo cual favorece las condiciones para hacer un atento llamado a toda la población huehueteca y a los entusiastas organizadores de eventos en el Teatro Municipal de Huehuetenango.
Recuerdo que al momento de la entrega de dicho teatro renovado a los miembros del Comité Permanente, los arquitectos e ingenieros fueron muy claros en establecer que a dichas instalaciones "JAMAS DEBÍA PERMITIRSE" el encendido de fósforos, candelas, veladoras, braseros y/o productos inflamables, así como de la prohibición absoluta de fumar dentro del recinto, dado el carácter altamente inflamable o ardiente de toda la base de la construcción de madera de dicho auditorio, así como por la deficiencia en los mecanismos de salida de emergencia, lo cual hace un auditorio muy vulnerable.
Muchísimas personas no han sido conscientes de ello y jamás han reparado en que han estado a pocos segundos de desatar una verdadera tragedia, con altas pérdidas de vidas humanas. Es lamentable el desconocimiento en muchísimas personas en cuanto a la forma de conducirse dentro de tan majestuoso y bello teatro, desde la emisión de fuego en el escenario "de madera" o efectos especiales con llamas, en un entorno de cortinajes altamente inflamables.
Se ha cometido a lo largo de estos casi treinta y cinco años, la irresponsabilidad y la temeridad de ingresar al teatro, incensarios, parrillas con brasas, manojos de velas encendidas, veladoras, se fuma, hasta una vez quemaron "un torito de luces" en una presentación de folklore y demás, "PONIENDO EN RIESGO LA VIDA" de centenares de personas; estoy seguro, por desconocimiento y jamás por mala fe, dado que cada organizador, pretende brindar bellos espectáculos, pero falta un poco de investigación y planificación, tomando en cuenta el entorno para la ejecución de los bellos actos culturales.
Aparte de algunas otras aberraciones culturales, bien intencionadas, pero inapropiadas para el lugar como el haber hecho desfilar caballos por la pasarela y escenario y haber alfombrado el piso de madera del escenario, anulándole la resonancia al teatro completo,que fue cuidadosamente diseñado con base en las leyes de la Acústica -rama de la Física que estudia el sonido-.
El Teatro Municipal de Huehuetenango, tiene la virtud que la madera que reviste sus paredes, sus butacas, sillas aterciopeladas de rojo y graderíos, está bien seca y ricamente barnizada, con los más refinados, inflamables productos, que la propagación de un incendio al 100% daría muy poquito tiempo para la evacuación de personas.
Al respecto, no estoy aclamando que se imponga prohibiciones por parte de alguna autoridad, sino por el contrario, aportando orientación y voz de alerta para todos nosotros, el público, que acudimos a apreciar lo más bello del arte nacional e internacional o nos involucramos en la organización de eventos en uno de los más bellos teatros del país, para planificar nuestros eventos, escenario, efectos especiales y demás, tomando en cuenta que prácticamente el Teatro Municipal de Huehuetenango es prácticamente un "ocote" o una gigantesca antorcha, para no arriesgar la vida de otros y mucho menos, nuestras propias vidas.
Edwin Rocael Cardona Ambrosio
Huehuetenango, 23 de mayo de 2017.
Fotografía: Melvy Palacios. En:
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