Chiantla por el contrario era proclive a Barrios, al grado que se constituyó un Batallón de Elite que se denominó "El Batallón Chiantleco" y que tuvo un papel protagónico en la victoria de las huestes revolucionarias, cuyos milicianos al final de la guerra recibieron como recompensa parte de la Meseta de Los Cuchumatanes y el área de Tajumuco y Cantinil (tierra de canchonazas como decía un amigo originario de allí –aunque El decía canchasazas-), introduciendo los cultivos de café en la zona y allende la región que ha dado fama al Departamento de Huehuetenango, porque en su territorio, los agricultores producen el mejor café del mundo. Algunas extensiones de terreno de los milicianos de Chiantla, aún hoy, no pueden venderse a extraños, sólo se transfieren por herencia.
Hace casi cien años, el huehueteco Adrián Recinos escribió profundamente al respecto, por lo que vale la pena buscar su exótica monografía para ponerse en autos (hay un ejemplar en la biblioteca Ludwig von Mises de la Universidad FranciscoMarroquín, pero por la escasez de ediciones en el mundo, no puede sacarse de esas instalaciones, solamente leerse allí).
Hoy "Unión Cantinil" (por la utópica idea de la unión centroamericana de Barrios) es el municipio de más reciente creación en nuestro país. Recuerden el dicho geográfico huehueteco mío: “trescientos treinta y dos municipios tiene Guatemala, treinta y dos Huehuetenango” (Pero ya Petatán anda en las mismas). Así que la influencia de este famoso General, aún en el Siglo XXI sigue vigente.
Asimismo, Barrios se cobró el plomazo trasladando la Cabecera Departamental a Chiantla, construyendo el Edificio Municipal que hoy subsiste en esa Villa e instalando un reloj similar al instalado en Huehue, pero con la diferencia que da la hora en punto a las en punto y otra vez da la hora en punto a las y cinco; por eso se dice: "no te vuelvo a repetir porque no soy reloj de Chiantla". Legado de los antepasados de los tiempos de Barrios es el montón de chistes que se les saca a los "chantecos" y las hoy jocosas rivalidades entre Huehue y Chiantla, aunque entre ambas comunidades realmente existe un gran aprecio y cariño. La cosa no pasa del último chiste de los "chantecos" que se inventa el "chiantleco" Don Manuel Vielman –Tatachín- o, en el peor de los casos rematar en matrimonio.
Y es que en Chiantla, a Barrios se le idolatra; si no me cree, visite el Despacho del Señor Alcalde de la hermosa y progresista Villa, donde se observa el retrato del General Justo Rufino, al que "solamente hace falta ponerle una su candela y unas flores" como dicen las viejitas, para que su alma no arda en las vivas llamas del infierno; pero eso no se puede porque el General marquense era ateo, al grado que expulsó a los religiosos católicos del país, trasladó los registros de nacimiento de las Parroquias a los Registros Civiles que datan desde aquella época y "estableció la educación gratuita, laica (no religiosa) y obligatoria", según se empeña en recordarnos con microscópica letra el Banco de Guatemala en el reverso de los billetes de cinco quetzales.
Por todo ello y mucho más, en el hoy llamado Día del Ejército se saluda con muchísimo respeto a todos los "cuques" guatemaltecos, o sea a todos aquellos que tienen el título mínimo de "soldado", haya prestado servicio militar o no. Antes, para poder obtener pasaporte había que solicitar previamente el carnet de constancia de "Inscripción Militar". En el mío que data de 1984 se hace constar que "el Soldado Edwin Cardona está inscrito en el Ejército". Me imagino que a una buena cantidad de contemporáneos míos también en algún momento se les asignó tal título; por lo tanto, aunque sea de nombre pero "también somos o fuimos supuestos cuques o seudo cuques". Pero con esto de la Reforma del Ejército, también hoy prestan servicio militar las mujeres. La Real Academia de la Lengua Española dirá que son "soldadas", pero aplicar el género femenino a la guatemalteca palabra "cuques" como que no suena muy bien.
Soldado presupone militancia en un ejército, ya sea de la izquierda o la derecha, gubernamental o revolucionario, oficial o insurgente; en todo caso es igual: ambos son en la semántica guatemalteca “cuques” y los hay en todo el mundo. Hasta se dice que el ejército celestial es comandado por el Arcángel Miguel. En este contexto histórico y semántico, a todos los cuques, soldadas y seudo cuques de Guatemala y el mundo, desde Huehuetenango: "FELIZ DIA DEL EJERCITO".
Edwin Rocael Cardona Ambrosio.
Huehuetenango, Guatemala. Junio de 2007.
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