domingo, 11 de diciembre de 2011

Jefferson y Yo


Thomas Jefferson, uno de los más celebres personajes en la construcción de las bases de la nación estadounidense, tuvo una vida brillante e hizo aportes muy importantes que redundaron en la grandeza de su pueblo. A él se atribuye la redacción de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.

Cuando John F. Kennedy ofreció una cena en la Casa Blanca a un grupo de las mentes más brillantes de la nación en aquél momento, hizo la siguiente declaración: “Esta es quizás la asamblea de la mayor inteligencia jamás reunida al mismo tiempo en la Casa Blanca, a excepción del tiempo en que Thomas Jefferson cenaba sólo”.

Lamentablemente, muchas de sus enseñanzas han sido olvidadas por su propia gente, lo cual está llevando a dicho país a retrocesos importantes. Lo más triste, la mayoría de las naciones del orbe imitan los malos ejemplos de los políticos estadounidenses de los tiempos actuales, incluyendo a los europeos y al mío. He aquí cuatro sentencias esenciales derivadas de la sabiduría de Jefferson sobre las que todos debiéramos meditar y que me atrevo a comentar.

1. ” La democracia dejará de existir cuando ustedes se alejen de aquellos que tienen la buena voluntad de trabajar y den a aquellos que no lo hagan”. Jefferson.

“Nuestra gente hoy sueña con obtener empleos y cargos en el gobierno (aunque sea en el mal entorno de chismes, intrigas y actos inmorales); las personas piden más gobierno, más intervención, piden más dinero al gobierno, más impuestos, más obra pública. Ello ha magnificado la corrupción, más violencia, dolor y muerte. No es que la democracia tenga fallos, es que la estamos extinguiendo. Debemos retornar al trabajo honrado de cada día, a producir y comercializar pacífica y voluntariamente”. Yo.

2. “Corresponde a cada generación pagar sus propias deudas según avancen en su vida. Este es un principio que si se acata, podría evitar la mitad de las guerras en el mundo”. Jefferson.

“Es clásico de un sistema de gobierno, contraer deudas para que las paguen los siguientes gobernantes y lo peor, las siguientes generaciones, cuando se contrata deuda a 20 o 50 años plazo. Equivale a que yo lleve una vida de parrandón hoy, cuyos costos pagarán mis nietos y especialmente, los nietos de mis vecinos cuando yo ya no exista. Debemos abolir la cultura de la irresponsabilidad que nos empobrece”. Yo.

3. “Predigo la futura felicidad de los estadounidenses si ellos pueden prevenir que el gobierno desperdicie el trabajo del pueblo, bajo la pretención de cuidar de ellos”. Jefferson.

“Las personas que trabajan para los gobiernos, solamente son especialistas en hacer perder el tiempo de la gente y en ejecutar muchas actividades improductivas, que no generan beneficio para nadie. Especialmente los oficinistas (burócratas). Debemos sumergirnos en el placer que nos brinda el emplear las abundantes capacidades con que Dios nos ha dotado, en generar productos y servicios que brinden bienestar y riqueza para nosotros y los demás en forma privada”. Yo.

4.”Mi lectura de la historia me convence que el mayor mal gobierno resulta del exceso de gobierno”. Jefferson.

Es prerrequisito indispensable dentro de los sistemas de gobierno, prescindir de los escrúpulos, aunque hipócritamente cada uno de los que lo integre afirme lo contrario, desgarre sus vestiduras y se llene la cabeza de ceniza, afirmando que él es de los buenos y que los otros son los malos. Debemos depositar nuestras esperanzas más en nosotros mismos y dejar de pedir cosas a los gobiernos, para que ellos no tengan excusas para estarnos pidiendo más. Los buenos gobiernos son aquellos que se ven menos y se entrometen lo menos posible en nuestras vidas. Yo.
Edwin Rocael Cardona Ambrosio.
Huehuetenango, 11 de diciembre de 2011.


sábado, 3 de diciembre de 2011

Fundador y mentor de la Universidad de Occidente recibe homenaje de Banco Industrial, S. A.



El Programa Cívico Permanente del Banco Industrial, S. A., tiene como objetivos fundamentales mantener, renovar, exaltar y fortalecer el espíritu cívico del pueblo de Guatemala, principalmente el de la juventud y niñez de edad escolar. Cada año, el Consejo de Administración del Banco Industrial, S. a. tiene un invitado de honor, en homenaje a los méritos y proyección hacia Guatemala de la persona escogida.

En reconocimiento a sus altos méritos personales, su influencia en la formación de gran número de guatemaltecos, su inquebrantable valor ante el reto de la superación diaria, su eficiencia en el trabajo, dedicación de su vida, cualidades que son un ejemplo para todo guatemalteco, el Consejo de Administración de dicho banco, designó al Padre Ángel Roncero Marcos, como invitado de honor en solemne acto, donde izó la Bandera Nacional en el Parque Central Centro América en la Ciudad de Quetzaltenango, el viernes 25 de noviembre del año 2011 a las 18:00 horas y donde pronunciara el histórico discurso que se reproduce a continuación:

“Señor Presidente, Directores y Empleados del Banco Industrial. Autoridades militares, civiles y religiosas. Jóvenes presentes. Señoras y Señores. Gracias por asistir a este acto cívico.

De manera especial agradezco al Señor Presidente y Directores del Banco Industrial por haberme designado para este homenaje.

Confieso que para mí, fue una verdadera sorpresa, pero muy grata por cierto, cuando hace un mes me llamaron al Templo Don Bosco de Cartago en Costa Rica, diciéndome en nombre del Presidente y del Gerente General del Banco Industrial que por aclamación el Consejo de Administración me había designado para este homenaje. Es un honor para mí izar esta bandera nacional de Guatemala, mi patria de adopción desde hace cuarenta y seis años.

Cuando el 15 de octubre de 1964, procedente de Italia, llegué a la Ciudad de Guatemala como profesor y director de estudios del Instituto Teológico Salesiano, comprendí enseguida que era una gracia de Dios el haberme destinado a trabajar como sacerdote y como educador en esta bendita tierra del quetzal. Enseguida me encantó su agradable clima, la belleza de incomparable de lagos y volcanes y especialmente su maravillosa gente que es su mayor riqueza. Al poco tiempo el Gobierno de la República me otorgó la ciudadanía guatemalteca.

Con la ayuda de Dios y de muchos centroamericanos y especialmente de buenos guatemaltecos de la Capital y de esta Ciudad Altense, he podido hacer algo de bien por Guatemala y también por el resto de Centro América, especialmente en el campo religioso y educativo.

Siempre seguí el lema de evangelizar educando y educar evangelizando, porque sin Dios no puede haber una verdadera educación y formación integral de la persona humana.

Las múltiples obras educativas y religiosas llevadas a cabo en setenta años de vida americana fueron posibles en El Salvador, en la Ciudad de Guatemala y sobre todo en Quetzaltenango solamente porque miles y miles de colaboradores trabajaron con esmero (por supuesto, con trabajo remunerado), cuidaron las instituciones como propias, usaron con ética y eficiencia los escasos recursos económicos de que disponíamos especialmente en los primeros años y, sobre todo, porque lograron formar un excelente equipo de recurso humano.

Guatemala tiene una maravillosa población, siempre dispuesta a colaborar cuando ve una causa justa para el progreso de todos, especialmente de los más pobres. Siempre les di confianza a todos los colaboradores. Ellos confiaron en mí y yo en ellos. El consolador resultado de esta mutua confianza y colaboración son las obras que gracias a Dios, siguen funcionando para bien de toda la juventud.

Las obras que tantos colaboradores hicieron posible están a la vista: la fundación de la Universidad Don Bosco en El Salvador y carreras universitarias en cinco Repúblicas Centroamericanas. En la Ciudad Capital la edición de numerosos libros de temas socio religiosos, varias instituciones evangelizadoras, la primera Facultad de Teología después de cien años de haber sido suprimida, otras varias carreras universitarias y la construcción del moderno Santuario María Auxiliadora.

Pero ha sido sobre todo en los quince años de mi vida en esta Ciudad de Quetzaltenango donde más y mejores colaboradores he tenido. Y por eso es que esta Ciudad fue donde más y mejor trabajé y donde mejores obras educativas pude crear con tantos colaboradores, en beneficio de toda esta región del Sur Occidente de Guatemala. Aquí he dejado los mejores años de mi vida como sacerdote y como educador de la juventud colegial y universitaria.

Todo empezó aquí en 1994 cuando con un grupo de quetzaltecos pudimos abrir la Extensión de la Universidad Francisco Marroquín con varias carreras que entonces no eran impartidas por ninguna de las dos universidades existentes. Se llegó a un total de dieciocho carreras, muchas de ellas nuevas, primero con la Universidad Francisco Marroquín y después con la Universidad Mesoamericana, que llegaron a tener casi tres mil alumnos.

Siguieron tres colegios nuevos y la construcción de unos veinte edificios educativos que tiene el nuevo Liceo Guatemala, los otros colegios y la Universidad Salesiana Mesoamericana. El último edificio de esta Universidad con su artístico arco-pasarela que embellece su entrada ha sido posible por el apoyo que nos dio desde hace cuatro años el Director General del Patrimonio Cultural en el Ministerio de Cultura y el Señor Alcalde de Quetzaltenango.

Las obras enumeradas y tantas otras, no habrían sido posibles sin un numeroso y excelente grupo de colaboradores, especialmente de Quetzaltenango.

Con otro grupo de capitalinos y quetzaltecos habíamos iniciado en 1996 un Patronato para fundar la futura Universidad de Occidente, que en principio habría sido la heredera material e intelectual de la Extensión quetzalteca de la Universidad Francisco Marroquín. Varios acontecimientos distrajeron del propósito inicial y atrasaron el proyecto hasta que el 4 de Febrero de 2010 fue aprobada oficialmente por el Consejo de la Enseñanza Privada Superior (CEPS). De sus actuales dirigentes el único que estaba en el grupo fundador inicial es el Rector Ingeniero Emilio Conde Goicolea.

¿Qué valores han inspirado toda esta actividad?

Ante todo, la caridad cristiana en el trabajo con los niños y los jóvenes, siguiendo el sistema educativo de Don Bosco basado en la razón, religión y amabilidad. La educación integral, sin ser gratuita, es la mejor ayuda a la juventud. A este respecto, vale la pena recordar el dicho inglés que “no existe en el mundo un almuerzo gratis”. Si yo no pago por mi educación, alguien más estará pagando por mí.

En todo el proceso educativo hemos inculcado siempre el valor de la libertad y la responsabilidad, condición indispensable para el progreso de los pueblos. El respeto y la defensa de las libertades y derechos del individuo, o persona, es la premisa para que se pueda afirmar con verdad que en una determinada nación, el gobierno y el pueblo respetan y defienden los derechos y libertades sociales. De lo contrario, la bandera del bien común y de lo social sería pura y vana palabrería demagógica, pretendiendo engañar a todo un pueblo. La libertad del individuo o persona es un derecho natural que viene de Dios, según la civilización occidental que tiene su eje en Jerusalén, Atenas, Roma. En nuestra literatura hispana este derecho innato a la libertad está expresado en la frase lapidaria de Cervantes: “la libertad, Sancho amigo, es el don más preciado que a los hombres dieran los cielos”.

La libertad del individuo o persona debe respetarse en todos los campos de la vida y de la actividad humana: en política, prensa, religión, economía, etc. El sistema sociopolítico, jurídico y económico basado en la libertad es el único sistema con el cual los pueblos pobres pueden salir de la pobreza en poco tiempo y seguir progresando cada vez más rápidamente. La libertad en política se llama democracia; en la justicia, corresponde a una real independencia del poder judicial con respecto del legislativo y ejecutivo; la libertad económica equivale a la economía de mercado. La real división de poderes y el estado de derecho es fundamental para el progreso de los pueblos.

Si los gobiernos dejan realmente libres a sus ciudadanos con leyes generales e iguales para todos y sin privilegios ni subsidios para nadie, los pueblos salen de la pobreza con sus propias fuerzas, sin necesidad del paternalismo económico del Estado o del gobierno. No está de más recordar para qué nacieron los gobiernos: únicamente para la defensa de la vida, la justicia, la libertad y la propiedad de sus ciudadanos. Pero la triste experiencia nos demuestra que no hacen esto y en cambio pretenden hacer muchas otras cosas que no son de su competencia, impidiendo así a sus pueblos salir de la pobreza.

Una verdadera libertad a nivel mundial o global, como debería ser, exige el libre movimiento de pueblos y mercancías por todo el mundo; de pueblos, productos y servicios, sin impuestos o aranceles aduaneros, ni privilegios y subsidios para nadie y sin necesidad de visados o visas en los pasaportes.

Entonces sobrarían todos los tratados regionales, mal llamados de libre comercio, pues en realidad son tratados de comercio controlado, y son, además, limitados a pocos países con centenares de páginas de condiciones y excepciones que los descalifican.

Pero sobre la libertad sucede lo contrario en muchos países: los gobiernos encuentran siempre las excusas para impedir la verdadera libertad de sus propios ciudadanos.

Pidamos a dios que pronto llegue el día en que el Gobierno de la República anuncie al mundo entero el siguiente comunicado: GUATEMALA DECLARA UNILATERALMENTE, AL MENOS POR SU PARTE, COMERCIO LIBRE CON TODAS LAS NACIONES DE LA TIERRA E IGUALMENTE LIBRE ENTRADA Y SALIDA EN SU TERRITORIO PARA TODOS LOS HABITANTES DEL PLANETA. Esto sí que sería la verdadera aldea global y no sólo en publicidad
.

Siempre enseñamos los valores de la unión y la colaboración entre los empresarios y los trabajadores de las empresas como condición para el progreso de unos y otros. Lo contrario como es la división, la oposición y la lucha de grupos solamente destruyen y no crean riqueza para nadie. La educación debe llevar a un verdadero espíritu empresarial creador de riqueza para todos.

Un banco es más que una empresa. Es un centro de multiempresas creadoras de puestos de trabajo y riqueza. Sus dueños son los miles y miles de familias que confían sus ahorros al banco para que los guarde con responsabilidad y los haga producir con préstamos a otras personas o instituciones que los están necesitando para fundar nuevas empresas. A cambio, los ahorrantes reciben un justo interés, el cual, cuando hay verdadera libertad de mercado, sin trabas empobrecedoras de los gobiernos, sube o baja dependiendo de la escasez o abundancia del dinero como cualquier otro producto o servicio. Es el efecto de las leyes de la oferta y la demanda. El calificar de inicuas estas leyes, como han hecho algunos, indica una ignorancia crasa y supina de las leyes naturales de acuerdo con las cuales actúa todo hombre cuando no se lo impide la injusta fuerza o violencia del Estado.

Por falta de responsabilidad y ética algunos banqueros hicieron quebrar sus bancos dejando en la ruina a miles de ahorrantes. Gracias a Dios, éste no es el caso del Banco Industrial. Todo lo contrario, sigue creando fuentes de trabajo para miles de guatemaltecos y creciendo como el más grande de Guatemala y Centro América, gracias a la ética y a la eficiente administración de sus Directores. Felicitaciones al Señor Presidente, Directores y empleados de este gran Banco Industrial.

Concluyo con las palabras de un gran empresario y educador de educadores: “Que Dios nos ilumine y nos muestre el camino de la verdad”.

Muchas gracias.

P. Ángel Roncero, sdb.”


La Universidad de Occidente, Extensión Huehuetenango, manifiesta su complacencia por tan justo homenaje.

Edwin Rocael Cardona Ambrosio.
Huehuetenango, 3 de diciembre de 2011.