viernes, 28 de octubre de 2011

No acumulen tesoros en la tierra, acumulen tesoros en el cielo


Anteriormente publiqué un escrito titulado: “No hay zonas de riesgo, solamente personas que se ponen en riesgo”. El mismo está orientado a la discusión de los eventos naturales atinentes a los elementos carentes de voluntad: agua, fuego, tierra y aire, los cuales están a merced de la física. Sin embargo hay otros fenómenos cuya probabilidad de ocurrencia negativa es mucho más baja, como que caiga un asteroide o un pedazo de satélite artificial (como los recientes que cayeron en la superficie terráquea al final de su vida útil) y demás.

La probabilidad de ocurrencia riesgo de estos eventos negativos, puede establecerse con la ayuda de la estadística, la física, química y demás ciencias exactas.

Sin embargo, existen otros eventos negativos “naturales” generados por entes con voluntad, los cuales en la gran cantidad de casos, son impredecibles, donde la estadística y la econometría ayudan un poco. Los mismos se ubican dentro del campo de las ciencias sociales y de los fenómenos complejos. En este campo, solamente se puede explicar los asuntos y se puede establecer un margen de riesgo, pero el mismo será muy cambiante y sujeto a ajustes en períodos de tiempo muy cortos. De hecho, se ubica a las ciencias sociales dentro de las ciencias no exactas.

Siempre se dijo que la mejor de las inversiones son los activos fijos y especialmente, bienes raíces. Una buena estrategia a incluir dentro de la conformación de portafolios para la diversificación de inversiones, dado que para el caso de los terrenos, en vez de depreciaciones se gana plusvalías a través del tiempo.

Sin embargo, hay excepciones y muchas veces "por mala suerte", si cerca de los terrenos, la administración pública decide establecer una instalación que afecte el ambiente, la buena convivencia o la paz, sin las medidas de mitigación o anulación de daños a terceros, el valor de la inversión se desploma y lo más triste para el inversor, no se puede cambiar la ubicación geográfica de dicha fracción. Igual cosa sucede cuando hay descomposición social dentro de la demarcación donde se ubique el inmueble, situación todavía peor.

Si no sucedieran tales hechos, no se desarrollaría calificaciones de riesgo-pais, riesgo internacional, riesgo político y tantas escalas similares establecidas en el análisis de inversión en la ciencia de las finanzas, donde el riesgo político se cataloga como el más relevante. No puede ser de otra manera, ya que el quehacer político trata de las actividades orientadas a regalar a unos el dinero de otros, quedándose el intermediario o político, con una parte, que puede ser mínima o cuantiosa.

Las mayoría de calificadoras de riesgo reconocidas a nivel mundial, ubican a Guatemala, conjuntamente con Belice, El Salvador, Honduras y Nicaragua, entre los países con “alto riesgo” (solamente superados por países con “muy alto riesgo”), debido especialmente a deficiencias en política cambiaria, riesgo de manifestaciones y disturbios, conmoción civil, interrupciones a la cadena de suministros, regulaciones legales y límites legales a la libertad de comercio y producción, entre otras.

Ello explica en parte, el porqué de la falta de capital, la gran pobreza y desempleo que aqueja a los guatemaltecos. Muy pocos extranjeros "osan" invertir en territorio guatemalteco y ya muy pocos se atreven a visitar el país para admirar y disfrutar la riqueza de la belleza de su naturaleza y su gente.

Se requiere mucha sabiduría para conducirse en la vida y todos los seres humanos tenemos grandes limitantes al respecto, aún con el auxilio de la ciencia de las finanzas y los modelos cuantitativos computarizados, lo cual también nos conduce a introducir en el análisis las palabras de Jesucristo, consignadas por San Mateo.

“No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los destruyen, donde los ladrones perforan paredes y roban. Acumulen tesoros en el cielo, donde no roe la polilla ni destruye la herrumbre, donde los ladrones no abren brechas ni roban. Pues allí donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón”.*

Edwin Rocael Cardona Ambrosio
Huehuetenango, 28 de octubre de 2011


• Evangelio según San Mateo 6:19-21. Biblia de Nuestro Pueblo. Traducción: Luis Alonso Schökel. Comisión Nacional de Evangelización y Catequesis. Conferencia Episcopal de Guatemala, 2011.

jueves, 13 de octubre de 2011

No hay zonas de riesgo, solamente personas que se ponen en riesgo.


"Dos meses antes renegábamos de la sequía y deseábamos el agua como se la desea en mayo. Pero cuando llegamos a principios de julio, exclamábamos ya medio aburridos: ¡Qué llovedera! ¿Quién nos entiende? Por eso la naturaleza, que ya nos tiene bien conocidos, no nos hace caso y oye nuestras quejumbres, como quien oye... llover.
No hay nada tan aparantemente inofensivo y que oculte bajo un aspecto humilde y manso las peores intenciones como el agua. ¿Veis esa gota límpida y transparente que tiembla sobre la rosa de vuestro jardín al contacto del céfiro que la acaricia? Dejadla que se junte con otra y otra y otras de sus compañeras y la vereis formar el río caudaloso que se precipita entre las rocas, arrastrando en su rápida corriente árboles corpulentos, y que saliendo de madre, inunda las sementeras y arrasa las poblaciones aterrorizadas."
**
JOSE MILLA (Salomé Jil)[*1822 - +1882]

Disfrutemos de la riqueza y bendición de las aguas de los inviernos centroamericanos, especialmente los guatemaltecos.

En algunas áreas del desierto de Atacama llueve muy raramente en siglos, mientras en Guatemala, se reniega por los desastres que ocasiona la abundancia de agua (y también en otros países). Considero que lo que no hay que hacer es oponerse a la naturaleza; por el contrario, entenderla, respetarla y aprovechar sus beneficios y sus fuerzas.

Antes, no había casas construidas a las orillas de los ríos, por lo tanto, ellos fluían sin que nadie se interpusiera en su camino y por tanto, a sus peligros. Cuando se construye a la orilla de donde fluye el torrente de la vida que es el agua, o lo que es peor, en medio de su cauce, se hace ignorando el cálculo estructural y con ello la inversión en capital, tomando en cuenta dichas fuerzas, de allí los desastres para los que osaron enfrentar la batalla contra la naturaleza sin las prevenciones requeridas. Diferente sería una construcción, con las estructuras de ingeniería necesarias, para no ser arrastrados ante su ímpetu.

Derrumbes en la infraestructura de carreteras guatemaltecas, siempre ha habido. La construcción de vías de comunicación terrestre con todas las estructuras necesarias de protección de suelos en sistemas montañosos como el de Guatemala, resulta carísimo. La bendición de nuestra tierra consiste precisamente en sus montañas, pero la infraestructura vial se hace con mucha precariedad, por muchísimas razones que sería muy largo enumerar y que no vale la pena examinar en este momento, dada su complejidad. Construir proyectos sin contar con la ingeniería correcta y el volumen de capital suficiente, trae sus consecuencias.

Hoy se escucha de los problemas de derrumbes ocasionados por las abundantes lluvias en el tramo de Quiché a Huehuetenango o entre Quiché, Huehuetenango y Alta Verapaz. Antes, no se escuchaba de ello; es claro, no existían esas carreteras, relativamente recientes (la infraestructura asfaltada se desarrolló entre los años 2005 - 2007 durante la gestión del Presidente Berger). Al paso del agua, no se interponían barrancos artificiales. El agua era inocente y no culpable en el juicio de los hombres.

Sin embargo, sin infraestructura vial aunque sea medio construida, nuestra vida sería peor; por lo tanto, es mejor convivir con todo ello y limpiar las huellas temporales de la fuerza de la naturaleza a cada año. Preferimos algo, que nada. De todas maneras, la naturaleza siempre hará su trabajo, completará sus ciclos milenarios y efectuará reajustes buscando su equilibrio y para ello, no es necesaria ninguna paranoia de organizaciones humanas promoviendo el pánico ecológico, que en muy poco o en nada impactan en los asuntos ambientales, asuntos infinitamente superiores a los seres humanos.

Este país, con la abundancia de agua, está bendito. Todo está verde (lleno de vida). Durante la alborada, vi con regocijo las montañas que circundan mi ciudad y zonas de color verde salvaje entre la neblina y di gracias a Dios por ello. Recuerdo que a finales de los 70's hubo una gran sequía en Guatemala, me recuerdo que hasta se elucubraba acerca de mecanismos de rociar yoduro de plata en las nubes, para provocar aguaceros en nuestros países. Memoria de ello quedó en una edición del libro almanaque "Escuela Para Todos" de aquellos tiempos.

Hace un poco más de un año, conversábamos con Mi Maestro, durante sus últimos días de vida, acerca de los desastres derivados de las abundantes lluvias del año anterior, sin precedentes por más de medio siglo. Meditábamos acerca de las pérdidas de producción por imprevisiones, más que por efectos de las abundantes lluvias y desarrollábamos algunos cálculos rápidos. Muchos terrenos de cultivo fueron inundados, porque son lugares naturales de inundación, pero se apostó por utilizarlos con mucho riesgo, el resultado, pérdida de la inversión en lugar no apropiado. Todo tiene su lugar.

En mi comunidad, recuerdo de mi juventud, unas áreas donde fluía mucha agua durante el invierno, la cual procedía de las laderas de las colinas circundantes. Era imposible que en invierno fuéramos a jugar allí, ya que estaba inundado y durante el verano, lucía un lecho extenso de arena, huella del invierno pasado y de esa manera, el ciclo a cada año. Dichos terrenos fueron adquiridos por personas, que construyeron allí sus viviendas y hoy, toda esa área está colonizada.

Hoy, las calles de dichas colonias, durante el invierno, y máxime durante los últimos dos años de copiosas lluvias (como ha sido desde hace siglos), están lodosas o inundadas. El agua entra al interior de las casas. El líquido fluye con mucha fuerza en muchos sectores y baja con estruendo temible, ante la presión que le imponen algunas tuberías que colocaron los vecinos para re direccionar un poco su cauce. Cuando hay daños en dichas viviendas, se dice que el agua está haciendo desastres.

Todo esto no es nuevo; es endémico en nuestro país. Hace más de cien años Don Pepe Milla, enunciaba en el capítulo titulado "El Agua" de su obra "Libro Sin Nombre" que: "Sin embargo, el agua es mala enemiga. Es uno de esos hipócritas que se introducen sin saber cómo ni por dónde, que acarician y ahogan. Tan tenaz e incansable, que taladra la piedra y que a fuerza de lamer, destruye".

De no ser por características de abundantes lluvias y verdor sempiterno, estas tierras, jamás hubiesen sido atractivo para que nuestros abuelos americanos y europeos buscaran vivir acá, algunos, desde tiempos inmemoriales. Tampoco nosotros viviríamos en esta porción del Paraíso, ni sería Guatemala conocida como "El País de la Eterna Primavera", de no ser por sus copiosas precipitaciones pluviales. Dios permita que ese cúmulo de agua derramada sobre nuestra patria, nos brinde el vital líquido para todo el verano; de lo contrario, nos morimos de sed.

Afirmo que no hay zonas de riesgo, solamente personas que se ponen en riesgo.

Edwin Rocael Cardona Ambrosio.
Huehuetenango, 13 de octubre 2011.


* Imagen: Bosque Nuboso por Ricardo Mata.

**Milla, J. Libro sin nombre (3a. Reimp.) Guatemala: Editorial Piedra Santa (1982). (Se presume que el original fue escrito alrededor del año 1870).

miércoles, 5 de octubre de 2011

Réquiem por Steve Jobs. Requiem for Steve Jobs.

REQUIEM POR STEVE JOBS. (Español).
El mundo ha perdido hoy, a uno de los grandes hombres que revolucionó completamente la tecnología que conocemos hoy, Steve Jobs. No podemos aislar el nombre de Jobs entre otros grandes como Ken Thompson, Dennis Ritchie, Bill Gates y algunos más, que han generado saltos cuánticos, proveyendo tantísimos beneficios que hoy, a tan bajo costo, los seres humanos disfrutan alrededor del mundo. Descanse en paz, uno hombre que no estudió en las universidades (porque ninguna de ellas hubiera dado al altura para él), pero que es sujeto de estudios doctorales, Steve Jobs.
REQUIEM FOR STEVE JOBS. (English).
The world has lost today, one of the great men who completely revolutionized the technology that we know today, Steve Jobs. We can not isolate the name of Jobs among other grands like Kenn Thompson, Dennis Ritchie, Bill Gates and even more people, who have generated quantum jumps, providing many benefits that today, at low cost, the human beings enjoy around the world. Rest in peace, one who did not study at Universities (because none of them would have given the height for him), but He is the subject of doctoral studies, Steve Jobs.
Edwin Rocael Cardona Ambrosio
Huehuetenango, 5 de octubre de 2011