jueves, 25 de marzo de 2010

En el mundo no existen personas ni razas inferiores o superiores. In the world there ar not people or races inferior or superior

En el mundo NO existen personas ni razas inferiores o superiores, solamente personas diferentes. (Español).

“… Empero, de todos los modos regresaré; regresaremos, regresará para todos los hombres nativos de este mundo la comprensión verdadera. Y se hará como arriba he dicho; y tendremos todos la sabiduría de saberse no matar; y la de que todo sea la manera de conocer lo que no conocemos, que es muy mucho de todas las maneras; y de construir, y de respetar lo construido por el hombre para el bienestar del hombre... Y así habrá de cumplirse mañana”. Códice maya.


La historia protagonizada por las personas que han vivido dentro de la delimitación geográfica de la Guatemala de hoy, tan ancestral, tan antigua, plagada de conflictos milenarios, no es diferente a la historia de los demás países del mundo. No es nuestro país diferente a los demás en este aspecto.

En toda nación se asientan diferentes etnias o culturas, que quedan encerradas dentro de antojadizas, caprichosas e irrespetuosas fronteras. En las demarcaciones se generan conflictos que deben resolverse mediante acuerdos políticos y jamás mediante la intervención militar.

Debemos reflexionar detenidamente acerca de los antiguos conflictos sucedidos alrededor del mundo a través de los siglos. Por citar algunos: entre tlaxcaltecas y aztecas, romanos y helvéticos, aqueos y troyanos, bretones y sajones, manchúes y hanes. En Guatemala las diferencias ancestrales entre q'anjobales, mames, quichés y la etnia que años después surgiera en nuestras tierras, los ladinos (resultantes del mestizaje entre las etnias precoloniales y la genética española).

Han habido grandes civilizaciones que, mediante la invasión, además de dejar muerte y destrucción, así como la riqueza de su cultura y conocimientos para quienes quedan vivos y sus descendientes, han cambiado la historia y con ello moldeado la sociedad global de hoy, de cuya mezcolanza y riqueza hoy somos hijos y herederos por genética y tradición. De no ser así, el mundo sería muy diferente de lo que hoy es; talvez peor o quizás mejor. Lo que si es cierto, es que posiblemente, ninguno de los que hoy vive, hubiese poblado la tierra jamás.

Reflexionemos detenidamente, que por nuestra sangre probablemente circulan rastros genéticos de asirios, babilonios, persas, griegos, romanos, mongoles, turcos, mayas, ingleses, españoles y quien sabe qué diversidad étnica. Por nuestra sangre corre el cosmopolitismo de todos los confines del planeta.

Por ello, resultan irrelevantes las afirmaciones que pretendan buscar la pureza étnica o racial; porque si de asuntos de pedigrí se trata, pudiera aceptarse como éticamente bueno el casarse con parientes consanguíneos. Pero tal práctica ha sido rechazada en la mayoría de culturas, debido a la degeneración genética (o a que es pecado según algunas religiones).

Resultan débiles los argumentos basados en el anclaje de ancestros de una sola cultura, dejando por un lado la variada riqueza humana (que por su sentido humano no deja de tener imperfecciones) con que el resto de nuestros antepasados contribuyó a nuestra historia personal. Sin embargo, tan fútiles argumentos han sido utilizados como pretexto por algunos líderes para hacerse de forma ilícita con los bienes ajenos, para establecer instituciones para la obtención de rentas políticas o en el caso extremo, para desencadenar guerras.

De hecho, actualmente existe en Texas, Estados Unidos, un debate relacionado entre otros aspectos, con la limitación al reconocimiento de la herencia cultural hispánica en el desarrollo de ese Estado, por parte de los miembros de la Junta Estatal de Educación. Situación que es muy normal en las burocracias educativas del mundo, pero que sesgan la visión de los futuros ciudadanos que se forman en los sistemas de educación pública y que en el largo plazo, conducen a la humanidad por senderos incorrectos.

El caso del no reconocimiento de la contribución interracial, interétnica o intercultural a lo largo de los milenios impacta también en las consideraciones del fenómeno migratorio, ya que, de una o de otra manera, todos somos inmigrantes en el territorio que habitamos o somos descendientes de migrantes. De allí la inmoralidad de las barreras migratorias, implantadas legalmente por los ciudadanos que, no existiesen hoy de no ser por las felices consecuencias del fenómeno migratorio.

No hay tal autoctonía en Obama, mucho menos en Schswarzenegger, como tampoco la hubo en Hitler o en Rigoberta Menchú en cuanto al territorio donde habitan o donde nacieron; pues sus antepasados se remontan a las selvas africanas, las cumbres alpinas o de la hibridación cultural precolombina entre mayas, toltecas, quichés, tzotziles y post colonial derivada de la movilidad humana.

De allí la enorme responsabilidad que pesa sobre los educadores contemporáneos en cuanto a la correcta enseñanza de la historia, ya que está científicamente demostrado que ¡todos somos hermanos! El pleno entendimiento de la historia y de la realidad presente, contribuirá al fortalecimiento de la fraternidad humana en el futuro. No existen personas ni razas inferiores o superiores, solamente personas diferentes.

Agradeceré mucho sus comentarios
In the world there are NOT people or races inferior or superior, only different people. (English).

"... But of all modes I will be back, We will be back, It will be back for all people native to this world the true understanding. And will as I said above, and we will have all the wisdom of knowing not kill between us, and that everything is the way of knowing what we know, which is very much in every way, and to construct and to respect the built by man for man's welfare ... And so be fulfilled tomorrow”.Mayan Codex.

The history starring by people who have lived within the geographical boundaries of Guatemala of today, so ancient, so old, full of ancient conflicts, is not different from the history of other countries. It is not our country different from others in this regard.

In every nation, different cultures are established which were locked into whimsical, capricious and disrespectful borders. Inside boundaries several conflicts are generated, that must be resolved with political agreements and never through military intervention.

We must think carefully about the old conflicts happening around the world through the centuries. To cite a few: between Tlaxcala and the Aztec, Roman and Swiss, Achaeans and Trojans, Britons and Saxons, Manchu and Hanes. In Guatemala ancestral differences between Q'anjobales, Mam, Quiche and ethnicity that emerged years later in our lands, Ladino (resulting from the crossbreeding between ethnics pre-Columbians and spaniards).

There have been great civilizations that, through invasions gave death and destruction, as well as its rich culture and knowledge to those who are living and their descendants, that have changed the history and thus shaped today's global society, whose rich mixture, are sons and heirs by genetics and tradition. Otherwise, the world would be very different of what is now, maybe better maybe worse. What is certain is that, possibly none of those now living, had ever inhabited the earth.

Let’s think carefully, that probably our blood circulating has genetic traces of Assyrians, Babylonians, Persians, Greeks, Romans, Mongols, Turks, Mayas, Englishes, Spaniards and who knows what ethnic diversity. For our blood runs cosmopolitanism from all corners of the planet.

Therefore are irrelevant statements intending to seek ethnic or racial purity, because if it matters pedigree, could be accepted as ethically good the marriage with blood relatives. But this practice has been rejected in most cultures, due to genetic degeneration (or it is a sin according to some religions).

There are weak arguments based on the anchoring of ancestors of a single culture, leaving aside the richness of the diverse human (which by its human sense is not without flaws) that with the rest of our ancestors contributed to our personal history. However, such futile arguments have been used as a pretext by some leaders to obtain immorally the goods of others, to establish institutions for obtaining political rents or in extreme cases, to trigger wars.

Indeed, currently exists in Texas, United States, a debate among other aspects, because the members of the State Board of Educacion are limiting the recognition of Hispanic heritage in the development of that State.


The case of non-recognition of the contribution interracial, interethnic or intercultural over millennia, also impacts on the considerations of the migration phenomenon, because, one way or another, we are all immigrants in the territory that we inhabit o we are descendants of migrants. Are immoral all of barriers to migration, introduced legally by citizens who are living in those territories, thanks to the happy consequences of this phenomenon.

There is no such autochthony on Obama, less on Schwarzenegger, there was in neither Hitler or Rigoberta Menchú as to the territory where they are living, lived, or where they were born, because their ancient ancestors comes from Africa, the Alpine peaks and of cultural hybridity among pre-Columbian Maya, Toltec, Quiche, Tzotzil, and stemming from post-colonial human mobility, each one.

Hence the enormous responsibility placed on the shoulders of contemporary educators as to the proper teaching of history, as it is scientifically proven that: ¡we are all brothers! The full understanding of the history and present reality, will contribute to the strengthening of human brotherhood. There are no people or races inferior or superior, only different people.

Your comments will be well appreciated
Edwin Rocael Cardona Ambrosio
24 de marzo de 2010

Como corolario, lamentable acción pública del ex presidente Bush. El irrespeto a los demás. Limpiándose la mano en la camisa del ex presidente Clinton.

1 comentario:

  1. Agradezco al Doctor Amable Sánchez el comentario que me enviara vía correo electrónico, que considero un aporte muy valioso y que reproduzco:

    "Todos somos, en algún sentido, indígenas; todos somos, en algún sentido, emigrantes. Sólo es cuestión de tiempo y de grado. Y todos deberíamos estar en disposición de hacer siempre un serio ejercicio de sinceridad. ¿Por qué hemos de ser tan sensibles al mal que nos han hecho y no al bien que nos han causado? ¿Por qué hemos de serlo más ante los reales o supuestos tesoros que nos arrebatado y no ante las maravillas que nos traído?.
    Saludos. Amable. "

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