Él, de elegante soltura,
ella, de radiante blancura
¿Quiénes ellos serían?
espectáculo para shutes harían.
Brillante cadena en sus cuellos,
emiten sus ojos juveniles destellos,
Jubilosos ante la catedral,
leyes de Murphy pondrían la sal.
Suspira mirando al vestido
de la novia, con gran resoplido,
una vieja muy supersticiosa:
¡tiene perlas, es mala cosa!
De negro el novio a velada
en corbata cadena dorada,
resaltan blancos calcetines
con gel los cabellos cual pines.
De bella y bestia es la boda
cada mirón compone su oda;
otros dicen la bella y el bello,
la bestia y la bestia es ello.
Con almohadones sendos nenitos
preceden a los dos pajaritos,
bajan las gradas con petulancia,
alzan el cuello con arrogancia.
Pulidos, relucientes asientos,
su alquiler a sólo doscientos,
en limusina viaje ostentoso:
¡no arranca el carro lujoso!
Un simple taxi han encontrado
¿Cuánto nos cobra para El Salón Alado?
los llevo por veinte quetzales,
¡Solución a elegantes males!
Edwin Rocael Cardona Ambrosio
Huehuetenango, 19 de septiembre 2009
La solución a muchas cosas complejas, son a veces las cosas sencillas... la esencia del problema está en el ser humano y así mismo también la solución latente, razón tenía nuestro Padre Creador al decirle a Caín, "... el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él" (Gen. 4:7, versión Dios habla hoy)
ResponderEliminarBuenísimo, simplemente buenísimo
ResponderEliminarCon tal de no sentirse mal ni modo el taxi....
ResponderEliminares ta bien bueno...
Lic. Cardona: Lo felicito, realmente me gusta los versos que escribe, no se de donde su insiparcion se derive, pero es un delite para el oido, escuchar esos sonidos, las palabras se ve que le fluyen, y lo mejor de todo es que construyen!
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