sábado, 26 de diciembre de 2009

Caricatura literaria al declamador de la barba incisiva William Amilcar Alvarado Díaz

El recién pasado martes 22 de diciembre de 2009, se celebró la décimo segunda entrega de la Orden del Castillo. En esta ocasión el homenajeado fue el Licenciado William Amílcar Alvarado Díaz, a quien se le conoce cariñosamente como Willy Alvarado. Nacido en el municipio de San Pedro Necta, Huehuetenango, fundador del ballet folklórico Siguán Tinimit, que expusiera la riqueza cultural de Guatemala en el exterior y declamador de altos kilates.

Me parece que esta será la última entrega, luego de desarrollar en un año, un proyecto cuyo impacto implicaría, en otras circunstancias: doce años. Fueron doce entregas y 13 personalidades homenajeadas: Arnoldo Edilberto Tánchez Palacios, Manuel Rodríguez, Edgar Fernando Calderón, Marco Efrén Villatoro, Eluvia López de Herrera, Amparo Hernández de Aguirre, Carlos Gordillo Martínez, Lucinda Rivas López, Sarvelio Esteban López, Roberto Reyes, Hugo Manuel Vielmann, Ruth Piedrasanta Herrera y Willy Alvarado.

La iniciativa provino de los señores Guillermo Antonio Castillo y Francisco Sosa Ruiz, quienes conjuntamente con Don Margarito Granados Ramos, fueron dándole forma a tan singular proyecto, donde más adelante, me honraran, al invitarme a participar como miembro del Consejo Rector de dicha Orden. Aunque fueron muchas las personas que nos apoyaron en todo el proceso y rogando disculpas por olvidar citar a algunos nombres importantes, no puedo dejar pasar la colaboración de los señores: Manuel Gordillo, Lily López de Ordóñez, Rocío Caravantes y Luis Roberto Castañeda; así como a los ejecutivos de las Radios TGAG -La Voz de Huehuetenango- y Creativa Stereo, quienes transmitieran el evento en directo a todo el Departamento de Huehuetenango.

He pensado seguir pergeñando otras caricaturas, debido a que he degustado intelectualmente de esta singular distracción. Aunque de momento, incluyo la última caricatura de lo que se ha convertido en la colección de caricaturas literarias, que surgió de la Orden del Castillo, quedando a la espera de sus amables comentarios o rudas críticas, de las cuales quedaré como siempre, muy agradecido:


***Pre Scriptum: En Huehuetenango, Guatemala, la palabra casera tiene dos connotaciones: a) persona propietaria de una casa o que la alquila a otra y b) amante o persona que tiene relaciones amorosas ilícitas. Interprete el lector cuando lea dicho término, desde la óptica que mejor le divierta.


Caricatura literaria al declamador de la barba incisiva
Licenciado William Amílcar Alvarado Díaz


Me gustó mucho Zarabanda de Mi Pueblo en poema,
decía cosas de San Pedro Necta singular tema,
del verde escupitajo del borracho que se agita,
que rueda en el polvo de su pueblo hecho bolita.


Declamaba un hombre de palidez en la piel muy cultivado,
con pantalón blanco, capishay y barba de candado,
aunque cuentan que en su juventud usaba zarape,
talvez para disimular amores de contrabando en el escape.

Se acompaña de otros aliados artísticos
los Cuatro del Siguán se diría matemáticos
con cantares y música: femeninos corazones parten
el folklore guatemalteco a todo mundo le comparten.

Cuenta que de niño hizo trabajo de lustrador
pero no quiso tal lenguaje sino el de declamador,
también fue del banco un gerente muy listo
pero se aburrió de que la gente le estuviera pidiendo pisto.

Cuando declama y se entrega, gran parte del público llora
mientras las baquetas se estrellan sobre la marimba canora.
Willy Alvarado y sus amigos ha posicionado al país entre banderas,
hoy construye casas, para que podamos ¡tener muchas caseras***!.


Edwin Rocael Cardona Ambrosio
Huehuetenango, 22 de diciembre de 2009

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